lunes, 4 de enero de 2010

Un deseo

Esperanza. Como el primer rayo de sol del alba. Anteriormente todo oscuro. Ni luna siquiera. Últimamente he sentido demasiadas cosas como para que mi vida no diese un pequeño giro. Desde la desesperación, el ansia, las ganas de vivir, las ganas de morir, observar el bien, sentir cerca la muerte, conocer, reir, soñar, leer, comprender, implorar...hasta la simple indiferencia. Por cada uno de estos aspectos he sentido, para bien o para mal, pero he sentido.

No soy cristiana, pero miro al cielo en busca de respuestas. Mal. Todas y cada una las tengo yo, pero no veo. No veía. Hasta que ese rayo de esperanza llegó a mi. Quizá un libro, quizá una amiga preocupada por el mundo, quizá ver cómo la gente me abandona, quizá entender a los demás...o quizá todo junto. Veo que algo está cambiando, no sé si dentro de mi o en el mundo. La gente cambia de mentalidad, ¿es posible? No, no lo es, pero yo sí. Estoy tomando mi papel. Un papel insignificante para la mayoría, pero mi papel. ¿Seguir al rebaño? Nunca, sólo mis instintos.
No tengo ni dinero, ni poder, ni contactos, solo tengo la palabra. ¿A quién le importa? Pero yo he descubierto uno de los sentidos de mi vida, dar sentido a las suyas. Levanten la cabeza. Miren a su alrededor. ¿Realmente necesitan que en la televisión aparezca un pequeño niño desnutrido para ayudar a alguien? ¿Necesitan ver un accidente de tráfico con toda su brutalidad para ser conscientes de que pueden asesinar a alguien? Ven violencia a cada segundo, ven el pasotismo de la sociedad ante los que precisan ayuda en cada instante.

Estas palabras no serán leidas por más de cuatro personas, y de esas cuatro tres pensarán que estoy loca. La restante estará tan loca como yo. Pero ya seremos dos mentes. Dos mentes que no son solo el doble que una, son mucho más. Y esa esperanza me dice que al final seremos más de dos y que, ojalá, de aquí a un tiempo pueda ser una de aquellas personas. Personas con poder, no sólo de palabra, poder que puedan utilizar para difundir, para decir: que el mundo puede cambiar. Como dijo una amiga: "puedes pensar que estoy loca, que soy una soñadora", sinceramente lo pienso, pero porque son adjetivos totalmente positivos.
Sin hipocresías, sólo hay que actuar cuanto antes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario