sábado, 30 de octubre de 2010

Nubes y pájaros

Nubes grises sobre la que me hace pensar, sólo rompe el monótono gris un alado negro. Como un estado de la vida que nos hace ser siempre igual a no ser que una luz intensa atraviese nuestro cielo. Al pájaro con impávido vuelo, no le damos importancia, sólo aquel que bata las alas con más fuerza será el que llame nuestra atención. Aunque no todo está en su fuerza, ni en su rapidez, ni en su destreza lo más importante es el momento, la casualidad. Que coincida tu mirada con su vuelo, que ésta se centre en él y sobre todo, que en tu cielo desaparezcan nubes, soles y demás seres porque él es el único que podrás ver ahora. No es tu culpa, no es culpa del cielo, no es culpa del negro alado, ni siquiera de las grises nubes o el sol. Fue la casualidad la que hizo que él volara, y en ese momento, tu estuvieras mirando.

martes, 14 de septiembre de 2010

Descripción de lo imposible

El otro día intenté describirle el amor a una amiga mía. No el amor como suele interpretarse a primeras, es decir, el amor de enamoramiento. No, hablé del amor que se siente cuando sabes que quieres a una persona ya sea tu amiga o amigo, familiar o simplemente una persona especial para ti. Tras pensarlo un rato, las palabras, las cuales tardaron en unirse y tener sentido, logré explicar de cierto modo mi forma de ver el amor. Le dije a mi amiga:

Querer a alguien no es sólo compartir cosas con esa persona, no es sólo hablar con ella, saber de ella, preocuparte por ella. Esto es así puesto que hay miles de formas de relaciones y no hay un patrón que defina lo que una persona querida debe hacer o no para seguir siéndolo. Sin embargo si que hay algo que todas tienen en común. Es un sentimiento de unión que en días normales no somos capaces de percibir. Trataré de poner un caso más concreto para que se entienda.

Por ejemplo, imagina que tienes una amiga, pero que esa amiga vive a miles de kilómetros de distancia de ti. Por circunstancias concretas se tuvo que ir y no la has vuelto a ver en muchos años, no sabes nada de ella. Ni llamadas, ni cartas, ni e-mails. Nada de nada. Al principio te acordabas más de ella, sin embargo según ha ido pasando el tiempo ya ni te acuerdas.

Pero un día recibes una llamada de alguien que te da la noticia de que tu amiga ha fallecido. No sabías nada de ella, no tenías noticias suyas, pero al oír estas palabras algo en tí se ha roto, se ha destruido. Notas que una parte de tí ha desaparecido y que nada podrá sustituirlo. Entonces recuerdas aquellos momentos buenos que pasasteis y tiemblas, te atormenta la pesadumbre y te entristeces.

Y no, no es remordimiento por no haber mantenido mejor relación; ese sentimiento que te ha llevado al recuerdo es lo que yo considero amor.

El amor no implica contacto sensible y no es algo que se pueda romper, puede menguar desde luego, pero no desaparece. Alguien que ha amado nunca puede dejar de hacerlo, ni aunque este amor pase a ser odio, pues el odio es otro modo de dependencia.

Lo complicado es reconocer el momento en el que ocurre, el instante en que dices "quiero a esta persona". Normalmente es algo que va ocurriendo paulatinamente, a medida que conoces más a la persona. A todos nos ha pasado que un día lo hemos pensado y hemos dicho "no me imagino un mundo sin esta persona", sea como sea, la vea o no, sepa de ella o no, es que un mundo sin ella no tiene sentido. Y en ese momento sabemos que amamos, en mayor o menor medida, de un modo u otro.

Muchas veces surge la duda de saber si se ama o no, pero tan sólo con plantearnos este hecho ya le estamos dando tal importancia que nos indica que sí lo hacemos. En estos casos la dificultad no está en saber si queremos o no, sino en saber hasta qué punto lo hacemos. Una duda que siempre tendremos, pues no existe ningún artilugio que mida la cantidad de amor. Aunque queda claro que siempre hay un más y un menos, algo que no podemos controlar.

lunes, 30 de agosto de 2010

Siempre con ganas de más

Un beso no tan largo como te gustaría. Palabras cariñosas que nunca se dicen. Ver que abre la boca pero finalmente no habla. Un gesto hacia ti que no llega a tocarte. El cruce de miradas que acaba pronto porque la aparta. Una historia que parecía tan buena y resulta no serlo. Un regalo de cumpleaños mediocre de quien no te esperabas. La esperanza destruida al finalizar el día y darte cuenta de que falta alguien por llamarte. Mirar el móvil para ver la hora y no acordarte de ella al segundo. Que se lleve tu plato el camarero cuando ibas a mojar el último trozo de pan. Que te arrebaten el último trago de tu vaso. La melodía que escuchas pero no logras identificar. La incertidumbre al escrutar su expresión. El recorrido de tus ojos por el cielo tras ver una estrella fugaz. Poner una canción y que se corte antes de llegar al estribillo. Que te llamen cuando vas por la última página. Despertar y sentir que has dormido un segundo. El ruido que interrumpe un sueño de esos de los que te acuerdas. La frase "ya te contaré que ahora mismo no puedo". Una despedida. Cuando para de caer agua de la ducha. Agotar un bote de ketchup. La publicidad en el último minuto de película. El límite de Megavideo. Un abrazo demasiado corto. Que no te salgan las palabras. Un estornudo que no sale. Un pincho de aceitunas. El teléfono que se corta cuando te iban a decir lo importante. Cuando no llama. Mandar un mensaje y esperar esa respuesta que parece nunca llega. Que se apague el ordenador cuando queda el 1% para completar. Acabarse las palomitas y buscar en la bolsa las que estaban a punto de explotar. Un camino de huellas que se corta en medio de la nada. Sólo dos besos y hace meses que me moría por verte. A punto de lamer el helado y se cae. Aunque corriendo, llegar a la parada pero no darte tiempo a coger el autobús que se está yendo. Un cigarro entre cuatro. Después de esa noche esperar su llamada. Jugar al bingo sin éxito. Buscar el frío bajo la almohada en una noche calurosa. Encontrar más ejemplos. Vivir.

jueves, 12 de agosto de 2010

Like a star...


Hace poco comenzaron las lágrimas de San Lorenzo. Ayer mismo unas amigas, mi hermano y yo nos alejamos un tanto de la civilización para poder apreciar las estrellas en condiciones. En total vi como unas cuatro estrellas fugaces. Sinceramente, nunca había visto tantas seguidas y de esa forma.

Es algo fabuloso, como una cosa puede ser a la vez tan luminosa, mágica y a la vez tan fugaz. Pensándolo con detenimiento, es como la propia vida.

Luminosa. Cual estrella que surca el cielo, al nacer, nosotros tratamos desde el principio de destacar, tratamos de que aunque sea por una milésima de segundo se nos tenga en cuenta, atraer la atención de los demás. Queremos que se maravillen con nosotros, con nuestra aptitud, pensamientos, que se embelesen con nuestro rastro luminoso y que en sus caras se dibuje una sonrisa bobalicona sólo por el hecho de habernos visto pasar.

Mágica. Que de dos células microscópicas pueda surgir algo tan complejo y maravilloso como es la vida, parece cosa de magia. Por supuesto, todo tiene su explicación, sin embargo siempre es necesario creer en algo. No hablo de religiones ni fe en nada, se puede creer simplemente en los principios éticos de cada uno. Y parece cosa de magia que el ser humano, pese a las diferencias entre los de su especie haya logrado sobrevivir tantísimo tiempo sin desaparecer.

Fugaz. La vida es un suspiro. No hay tiempo apenas para planteársela, ¿la solución? limitarse a vivirla y a disfrutarla. No pensar en el mañana.

La vida planteada como una metáfora de una estrella fugaz. Sin embargo, esta metáfora es aplicable a muchos más conceptos. Por supuesto, el amor.¿Alguien se atreve a negarme que el amor no es como una brillante luz mágica, sin embargo, en la mayoría de los casos efímero?

No soy pesimista, pero todo lo que empieza, tiene un final. Nuestro gran problema es que ese final, casi siempre nos destroza. Duele ver como esa luz se apaga, como esa magia desaparece para dar paso a una realidad en la que sólo nos vemos a nosotros mismos en el espejo. Sentimos como si desapareciera una parte importante que nos pertenecía. Entonces, ¿que hacer?

Es muy simple. Cuando vemos una estrella fugaz la emoción nos embarga, nos sentimos felices por haberla visto, pero al ser tan rápida lamentamos no haber podido disfrutar por más tiempo de su fulgor. Lo siguiente que sentimos es desorientación. Escrutamos el cielo en busca de una nueva estrella fugaz que nos haga sentir lo mismo, y por un momento experimentamos un tanto de desesperación por no encontrarla.

Tal vez aparezca otra o tal vez no. Podemos dejar que nuestra mente se relaje viendo el cielo y tal vez con suerte y sin que lo busquemos aparezca por fin esa estrella que tanto ansiábamos, pero no debemos sufrir por ello, sino disfrutar en el camino.

Lo que no te mata te hace más fuerte.

miércoles, 28 de julio de 2010

Un pequeño paso para España, un Gran Paso para los toros

"¿Pero es que acaso sabemos si el toro sufre?", estas palabras salieron de boca de la "periodista" Ana Rosa Quintana, de cuya profesionalidad dudo y casposidad cada día estoy más convencida, durante un debate acerca de la tauromaquia. Palabras como estas definen la incultura y la falta de humanidad de muchos españoles.

Pero hoy se le ha hecho una pequeña llave a la incultura, un avance que ,espero, sólo sea el principio de un progreso en este país. Hoy, en Cataluña, se han prohibido las corridas de toros. Una práctica brutal que únicamente servía como pasatiempo para grandes personalidades y como fuente de ingresos a cambio del sufrimiento de un animal.

Toreros, tras conocer la decisión del Parlamento, derramaban sus lágrimas y con gran hipocresía tildaban esta prohibición de "censora de libertad". Afirmación que deberían pensar antes de hacer ya que, son ellos mismos los que coartan de libertad a un pobre animal; los que le hacen sufrir; los que le marean; los que, por si no fuera poco con humillarles, le clavan una puntilla y le dejan que se desangre vivo, mientras reciben una gran oleada de aplausos.

Lo más triste de todo es que a España se la reconoce en todo el mundo por este tipo de actos. ¿De verdad la imagen que queremos proyectar es la de unos sadomasoquistas asesinos y maltratadores de animales? Pues bien, parece ser que muchos sí y de hecho lo consiguen. Así ocurre ahora, que en otros países al enterarse de la noticia se han quedado pasmados.

La cuna del toreo, Cataluña, ha dado ejemplo y ha mostrado el principio del avance; donde nació comienza a morir. Espero que esto cambie las mentalidades de mis conciudadanos y que la gente sea capaz de mirar un poco más allá y darse cuenta de la atrocidad que esta celebración significa. Lo llaman cultura, arte...el sufrimiento no se puede considerar eso.

Y desde aquí digo que el estar en contra del toreo no significa que se sea menos español, como muchos pro-taurinos piensan, yo soy española, estoy orgullosa de mi país, pero no por ello voy a dejar de condenar la tauromaquia. Precisamente porque quiero a mi país, quiero que éste avance y no se quede atascado en la Edad Media.

Por último, a la recogida de firmas, a la votación del Parlamento, y a la gente que hoy ha hecho que este pequeño cambio sea posible, les digo: ¡OLÉ, OLÉ Y OLÉ!

miércoles, 30 de junio de 2010

Pequeñas ovejas intransigentes

¿Qué derecho te crees que tienes de mandarme callar? ¿Quién te ha dicho que tú tengas razón y yo no? ¿Acaso tus ideales son mejores que los míos? Entonces, ¿por qué tratas de imponérmelos? La respuesta es muy simple: porque la única manera que tienes de que alguien comparta tu opinión es imponiéndola por la fuerza.
No sabes razonar, de hecho dudo que poseas razón. Tratas a los que son diferentes como seres inferiores por el simple hecho de no ser como tú, o de no pensar como tú. Plantéatelo, ¿crees que si todo el mundo fuera como tú quedaría alguien sobre la faz de la tierra? Pues no, porque si cada uno nos dedicamos a presionar e imponer nadie cede.

No te estoy hablando de anarquía, no te confundas, te estoy hablando de algo mucho más sencillo, el respeto. El respeto hacia los demás, hacia la raza humana, hacia ti mismo. En este caso, respeto no implica obediencia pura y dura, simplemente significa ser objetivos, abiertos, ver más allá de tus propias narices. ¿Tienes miedo? Jamás lo vas a admitir, lo que no entiendo entonces es porqué lo condenas. No se puede generalizar, no todos vamos en el mismo saco, eso es precisamente lo magnífico del hombre, que cada uno somos distinto. ¿De veras crees que la vida tendría sentido si fuéramos clones? No, y por eso vuelvo a preguntarme ¿por qué castigas lo diferente? ¿Por qué lo odias? Para odiar algo, primero tienes que haberlo querido, tienes que haber sufrido una gran decepción o te tiene que haber hecho mucho daño, sin embargo no puedes pretender odiar a un gran grupo. No conoces ni conocerás a cada integrante de él. Por eso mismo no tienes ningún derecho a juzgar sin saber, y mucho menos a tratar de deshacerte de ello.

Mucho hablar todo el día del paro, de la vivienda, de política, de sexo, de alcohol y drogas; son temas importantes, no lo pongo en duda, pero ¿qué hay de los valores primeros? Están olvidados. A casi nadie le importa la gente que cada día sufre maltratos o discriminaciones sólo por el hecho de haber nacido diferente. A esa persona cuando nació nadie le dio a elegir, al igual que a ninguno de nosotros, sin embargo hay gente que se cree capaz de decidir que así fue. Una justicia divina que Dios sabe quién le otorgó, hace que esa persona juzgue y actúe según su santo criterio, y a quien le pese… ¡también será juzgado! Y bajo esa norma impuesta no tendrá ni voz ni voto.

Si, así va el mundo, y si sigues creyendo que haces lo correcto al final todo se irá a la mierda. Porque gente como tú, desgraciadamente, hay mucha y la imposición del pensamiento es algo que muchos seres humanos tienden a hacer. Aunque mi cuestión es: ¿qué tenéis pensado hacer cuando todos llevéis a cabo esta forma de ser? Si todos tratáis de imponer lo que pensáis, finalmente ¿quién se llevará la razón?

Pues ocurrirá lo que ocurre siempre, habrá un líder. Como bien dice la frase “en el país de los ciegos el tuerto es el rey”, siempre habrá alguien con mayor apoyo que os acabará dominando a todos. Y aquellas grandes ideas que tratabais de que fueran la única idea, todas ellas, se irán condensando en una gran nube sin importancia, donde sólo quedarán resquicios de pensamientos que tengáis todos en común, pero que sobre todo tenga vuestro líder. Y cómo no, alzaréis vuestra cabeza y balaréis al unísono como buen rebaño que sois dando gracias por no ser diferentes.

jueves, 10 de junio de 2010

Soledad dispersa

En serio, ¿qué le he hecho al mundo?Hoy ha sido uno de los días más vacíos que he tenido desde hacía ya mucho tiempo, y ¿a quién cojones le importa eso? Yo me respondo: a nadie.

Uno de esos días que necesitas hablar, desahogarte, llorar, que alguien trate de arrancarte una sonrisa, de que se preocupen un poco por ti, que piensas que si no te hubieras levantado de la cama habrías obtenido la misma satisfacción que habiéndolo hecho...un día que no es de los mejores, y sin embargo...no hay nadie con el que hayas podido hablar todo lo que quisieras, ni con el que te hayas podido tumbar y dejar fluir las palabras, nadie con quien poder llorar y explotar, nadie que se haya preocupado por cómo estés, nadie que te haya alegrado el día con un simple gesto... ni un solo abrazo hoy, ni un beso en la mejilla por parte de nadie, una mirada cómplice o un te quiero. Nada. Me he dado cuenta de que me tengo a mí misma,al final de todo soy lo único que tengo y me quiero.

Eso parece que está considerado un delito, no por ello descuido a los demás ni dejan de preocuparme, todo lo contrario, pero ¿tan malo es que merezco que un día el mundo me de la espalda? Sé que nadie se dará por aludido, sobre todo porque la mayoría no es consciente y al final no soy la única que puede pensar en sí misma, pero hay cosas que duelen. He perdido parte de mi pasado y tristemente he perdido algo de mi presente, no sé cómo ha ocurrido, pero duele. Como dice una frase de una de mis películas favoritas "... pero yo no quería vivir en ningún sitio". Ahora mismo yo tampoco, me gustaría desaparecer no sé, dejar de lado las preocupaciones. Hace poco escribí acerca de la felicidad, con esto no estoy renegando de aquellas palabras, las mantengo.

Pero todos tenemos días malos y necesitamos desahogarnos, y ya que hoy no ha habido nadie a quien esto le haya interesado, he vuelto a donde antes decía: a contármelo a mí misma. ¿el colmo del egoísmo? Egoísmo no señores, es que sino me escucho yo, no sé quién cojones lo va a hacer.

Pese a esto, hay personas que siempre están ahí, aunque estén lejos y apenas hablemos con ellas, pero se sabe que se puede contar con ellas. Esas personas son las únicas que ahora mismo me ofrecen un poco de ilusión. Con esto, respiro hondo y leo lo que escribí sobre la felicidad: mañana será otro día.