martes, 17 de septiembre de 2013

De bichos raros

Días como hoy, en los que por todas partes se ve la polémica de cómo pasan los años y se sigue torturando a un inocente animal por pura diversión, en días como hoy, es cuando más me cuestiono si estoy orgullosa de pertenecer a la raza humana. A lo largo de la historia, nuestra raza a demostrado que es capaz de hacer grandes barbaridades por razones escandalosamente ridículas o, a veces, sin razón alguna.
Y ya estoy harta, harta no sólo de aborrecer las barbaries animales que se tienen como tradición en este cada día más ridículo país. También estoy harta de que esa posición en contra de ello no sea tomada como una opinión firme, fundamentada y MORAL, e incluso, muchas veces, que sea tomada a RISA. Cuando en mi pueblo digo (orgullosa de mí, a parte) que soy anti-tauromaquia (ya que no soy antitaurina pues los toros me parecen unos animales preciosos), cuando lo digo la gente no es que se enfade e intente convencerme, que a veces también; sino que la gente se empieza a reír y a cuestionarse cómo puede ser posible eso. Soy un bicho raro. Un bicho RARO. Cuán triste puede ser que se considere UN BICHO RARO a una persona que aboga por el respeto a los animales y por la no-tortura, eres un BICHO RARO por no pertenecer a una masa de salvajes que vitorean y aplauden cuando ven a un pobre ser inocente desangrarse ante todos, eres un BICHO RARO por no disfrutar viendo el sufrimiento de un ser vivo mientras un hombre vestido con lentejuelas se jacta de su desgracia y encima pide el reconocimiento y gana millones por ello, eres un BICHO RARO porque te de nauseas sólo el pensar que, no con todo esto, el mayor premio que se puede llevar ese hombre por ser un cobarde es llevarse las orejas y el rabo del pobre animal desangrado a su casa como trofeos.
Llamadme BICHO RARO, que por lo menos perteneceré al mundo animal, al que nació sin culpa y el que no se malogra por el egoísmo de su especie. Animales de verdad a los que se les mancilla el nombre por salvajes como vosotros, llamadme lo que queráis, y juzgadme.
¡Ah! Y no vayáis ahora del palo de "no comas carne si tan mal te parece" porque la estaca os la meto yo por el culo a vosotros. NO soy vegetariana, me encanta la carne, como carne y lo seguiré haciendo siempre, pero que la coma no quiere decir que a cada animal que me coma lo tenga que estar haciendo sufrir delante de miles de personas por pura diversión. No amigos, una cosa es matar para alimentarse y para poder sobrevivir como organismo vivo que soy, y otra es ser un insensible que no quiere entender que es hora de dejar vivir en paz a los demás.
¡Ah! Y a los que me vayáis a venir con bobadas de la supervivencia de la especie del toro bravo, de que se cría sólo para las corridas, que si desaparecen las corridas se extinguiría, pues PUNTO NÚMERO 1: ¿qué pensaríais si nuestra especie estuviera siendo criada únicamente para ser asesinada en una plaza pública, que nuestra única meta importante y no importante fuera ser humillados y acuchillados hasta desangrarnos sin poder evitarlo? y PUNTO NÚMERO 2: creo recordar que las especies animales ya existían antes de que el ser humano siquiera se hubiera vuelto sedentario, así que no me vengáis con gilipolleces de que desaparecería, LA NATURALEZA es más sabia que todos vuestros cerebros juntos y tranquilos, que lo único que necesita una especie para sobrevivir es que la dejen en paz y que dejen de asesinarla en público.
Creo que es todo.
Si estáis de acuerdo, me alegro mucho de no ser un BICHO RARO.
Si NO estáis de acuerdo, cada uno tiene su opinión supongo, así que si vas a hacer un comentario que cree polémica, que nos haga discutir por comentarios y que, al final, no vaya a hacer que ninguno de los dos cambie de opinión, por favor, ahórrate las molestias, yo no voy a discutir para perder el tiempo.

BESIS

No hay comentarios:

Publicar un comentario